06-03-2018 Eventos Alhambra
Símbolo del poder imperial, el emperador Carlos V dejará una huella importantísima en La Alhambra. Su visita a la ciudad, en la primavera de 1526 durante su luna de miel junto a la emperatriz Isabel marcará un antes y un después, no sólo en la Alhambra sino también en toda la ciudad de Granada. El lugar elegido para construir su palacio en Granada fue todo un símbolo del nuevo poder que se consolida definitivamente en nuestra ciudad después de que sus abuelos, los reyes católicos tomaran Granada en 1492.
La Alhambra era la ciudad palatina donde los sultanes nazaríes consolidaron el poder de su dinastía y junto a aquellos palacios medievales el emperador levantará su palacio, testimonio de un nuevo orden, de una nueva etapa.
Con Carlos V el renacimiento llega a Granada, siendo hoy su palacio probablemente el más importante ejemplo del renacimiento civil en España. Lo que más llama la atención al visitante es la gran diferencia entre el palacio imperial y los palacios nazaríes. Son dos conceptos totalmente opuestos, del siglo XIV época musulmana aún en la edad media al siglo XVI, época cristiana y ya en la edad moderna. La primera gran diferencia es la escala, pasando de espacios pequeños, compartimentados y volcados siempre hacia el interior a un palacio monumental donde la arquitectura se utiliza como medio de propaganda del poder de su dueño, con portadas a modo de arcos de triunfo, que nos cuentan a través de relieves sus últimas grandes victorias, tanto marítimas como terrestres: la conquista de Túnez o la batalla de Pavía.
El arquitecto encargado de la obra fue el español Pedro Machuca, quien proyectó un palacio renacentista jugando con tres figuras geométricas el círculo, el cuadrado y el octógono. En el edificio cuadrado se inscribe un círculo que forma el patio. Una solución sorprendente que nos cautivará cuando salvando las escaleras que comunican el zaguán del palacio con el patio, subamos durante nuestra visita guiada con entradas a la Alhambra al interior del palacio imperial.
El patio tiene dos galerías superpuestas de treinta y dos columnas cada una de orden dórico toscano en la parta baja y de orden jónico en la parte alta. Las obras se iniciaron en 1527 con fondos de impuestos pagados por los moriscos, se interrumpieron en varias ocasiones hasta que en 1637 se abandonaron definitivamente las obras sin concluir el proyecto. A lo largo del tiempo ha tenido distintos usos culturales, representaciones teatrales, conciertos o incluso corridas de toros. Pero es en los años veinte del siglo XX, cuando el arquitecto Leopoldo Torres Balbás inicia un proceso de recuperación instalándose en él un pequeño museo árabe e incluso oficinas, archivos y biblioteca del Patronato de La Alhambra.
Actualmente el Palacio de Carlos V es sede del Festival Internacional de Música y Danza de la ciudad de Granada y el Museo de la Alhambra y las bellas artes de la ciudad.
Una visita en la mañana, de aproximadamente tres horas, que te ofrece la posibilidad de conocer en detalle este maravilloso recinto monumental, patrimonio mundial de la Humanidad